¿Qué es un sistema de gestión de residuos?

Ing. Yanina SaraviaIngeniero de Desarrollo, GT-ATP

 

Un sistema de gestión de residuos (SGR) se puede definir como un proceso caracterizado por un conjunto de técnicas y estrategias que se aplican para el manejo eficiente de los desechos generados por los seres humanos. Dentro de esta definición, se incluyen conceptos como: reciclaje, valorización, reutilización o segunda vida, análisis del ciclo de vida, nuevos materiales, incineración, valorizadores, recolectores, recicladores, puntos limpios, puntos verdes, educación ambiental y otros muchos.

El reciclaje forma parte de los sistemas de gestión de residuos (SGR) y es un proceso que debería comenzar con la recolección, clasificación y pretratamiento (limpieza) de materiales reciclables en el origen; es decir, en los hogares, para luego llevarlos a los centros de reciclaje (puntos limpios o contenedores específicos). Actualmente, son objeto del reciclaje, artículos como: envases plásticos de PET, envases plásticos de otros materiales, papel y cartón, envases de Tetrapak, envases de hojalata, latas de aluminio y vidrio. 

Los artículos reciclables, separados en origen, los pueden recoger las empresas de aseo urbano que se encargan de los residuos sólidos domiciliarios (RSD), desde las viviendas o sino desde contenedores cercanos a los hogares, en donde también intervienen las empresas dedicadas al reciclaje. Por otra parte, las personas también pueden llevar los residuos reciclables a sitios que se conocen como puntos limpios. Los puntos limpios son lugares donde se concentran contenedores bien identificados, para cada tipo de residuo limpio, allí los buscarán las empresas recicladoras, para trasladarlos hasta las empresas valorizadoras. Los puntos limpios se diferencian de los puntos verdes, en que son lugares donde se aceptan residuos reciclables, sin exigir que se encuentren limpios.

Según se registró en un estudio encargado por el Ministerio del Medio Ambiente (MMA), para 2019 se disponía en Chile de 7.186 puntos verdes, 98 puntos limpios y 54 empresas valorizadoras de residuos, la mayoría concentrada en la Región Metropolitana. Para el año 2021, el MMA estimaba, que para la fecha de activación de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), en septiembre de 2023, deberían estar en funcionamiento 354 puntos limpios en las 260 comunas del país. Otros números importantes son: que cada chileno genera 1,1 kg/día de RSD; es decir, poco más de 400 kg/año-persona, lo que implica que los 19.603.733 habitantes (Banco Mundial, 2022) de Chile generan 7,8 millones de toneladas de residuos al año. La mayor parte de esos residuos termina en un relleno sanitario, y menos del 10% se recuperan o reciclan actualmente.

En Chile, existen varias comunas que se destacan por sus sistemas de gestión de residuos domiciliarios, como son las comunas de Santa Juana, Vitacura, Ñuñoa, que son algunos de los ejemplos donde se realizan recogidas de residuos reciclables por separado de los residuos orgánicos, para luego valorizarlos por medio del reciclaje y del compostaje. Pero en la gran mayoría de las comunas chilenas el servicio de aseo urbano solo recoge bolsas de basura con los residuos orgánicos y los reciclables, todos mezclados y sucios, haciendo muy difícil y costosa su separación posterior, razón por la cual se llevan directamente a los rellenos sanitarios. Pero ¿qué sucede en otros países con los SGR?, ¿cómo se manejan los residuos sólidos domiciliarios en otras partes del mundo?

A nivel internacional, existen modelos de gestión de RSD, con separación en origen, que pueden adoptar una estrategia de recolección muy cercana a un puerta a puerta de los residuos, con el uso de contenedores identificados para cada material, haciendo una recolección diferenciada, y la recogida de los distintos tipos de residuos en determinados días de la semana. Estos contenedores se encuentran casi en cada esquina de las ciudades. Estos SGR se caracterizan por disponer de recipientes reutilizables para los residuos reciclables y bolsas compostables para los residuos orgánicos. Por otra parte, en países como España y en otros países de Europa, se utilizan SGR, distintos a los que se manejan en Chile.

Figura 1. Contenedores de residuos con colores bien diferenciados, para cada tipo de residuo domiciliario, se encuentran en cada calle de Bilbao, País Vasco, España.

 

Como una experiencia emblemática de SGR, podemos mencionar al País Vasco, en España. En Bilbao, específicamente en la Provincia de Bizkaia, cuentan con el Ecoparque de Artigas, que contiene 6 plantas de reciclaje: Planta de producción de compost, Planta de Tratamientos Mecánico Biológico, Planta de valorización energética, Vertedero de Artigas y Planta de lixiviados, Planta de clasificación y preparación de envases ligeros y la Planta integral de residuos voluminosos.

Específicamente, en la Planta de Tratamientos Mecánico Biológico (TMB), se realiza una valorización energética de los residuos municipales de la empresa Zabalgarbi S.A. Esta planta ocupa una superficie de 2.300 m2 y comprende una planta de compostaje, una planta de valorización energética y un espacio para depósito. Esta planta combina el tratamiento de los residuos utilizando clasificación mecánica y tratamiento biológico de la parte orgánica de los desechos, que se detallan a continuación:

1.Recepción de residuos: En esta etapa los residuos son depositados en una plataforma de descarga, y un pulpo (grúa con varios brazos) los incorpora al proceso mediante cintas transportadoras. Aquí se realiza un control y selección visual.

2.Proceso mecánico: Durante esta etapa se realiza una separación de los residuos valorizados y una preparación del material para secado. Se establece una selección por tamaños y también una selección de los materiales plásticos en función de su densidad y color utilizando un sensor IR infrarrojo, mientras que los materiales ferrosos se separan mediante imanes.

3.Proceso biológico: los residuos orgánicos son tratados en forma biológica, resultando un material bioestabilizado. Utilizando reactores se realiza el proceso de secado y degradación de componente biológicos, en un tiempo aproximado de 2 semanas. Por medio de un biofiltro el aire de los reactores es desodorizado. Al eliminar la humedad en este sistema, existe un aumento del poder calorífico que evita la generación de lixiviados. La porción restante pasa a un tratamiento mecánico, obteniendo productos reciclables, no aprovechables y el producto residuos CSR (combustibles sólidos recuperados, provenientes de los residuos sólidos urbanos).

En total, los productos reciclables obtenidos son: residuos de aluminio, residuos ferrosos, residuos de papel y cartón, residuos de PET, residuos de PEAD, residuos de Tetrabrik y residuos bio secados.

Figura 2. Separación de los residuos en la Planta de Tratamiento Mecánico Biológico de Zabalgarbi. IZQ. Detalle del pulpo que recoge los RSD que llegan a la Planta TMB. DER. Sistema de distribución de los RSD para los diferentes tratamientos.

Se espera que, en un futuro no lejano, se logren mejoras en los sistemas de gestión de los residuos domiciliarios con el menor daño ambiental posible, lo que permitirá alcanzar importantes avances en temas como la conversión de los residuos no reciclables en energías limpias. Para lograr esos avances es importante, comenzar con el cambio de “basura domiciliaria” por “residuos domiciliarios aprovechables”, que contengan una fracción de residuos orgánicos de un 50%, que pueda ser compostable y el otro 50%, que sean residuos que puedan ser reciclables. El éxito de estas propuestas tiene su clave en preparar a la población en la separación en origen de los residuos, con el apoyo de una campaña de educación ambiental, comenzando con los más pequeños y llegando hasta los adultos, e involucrar así a toda la comunidad. Esto implica una fuerte vinculación público-privada y el apoyo de emprendimientos con base en el reciclaje y la valorización en las comunas.

En CIPA, con el apoyo de su empresa de servicios técnicos GT-ATP, se trabajó desde 2023 hasta 2024, en la implementación de un exitoso Plan Piloto, llamado BASURA CERO, en las comunas de Arauco y Curanilahue, Provincia de Arauco, en la Región del Bio Bío, para desarrollar un nuevo sistema de gestión para los RSD. En este Plan Piloto se logró impactar a 10.000 personas, que representan una parte de la población de los cuadrantes piloto para este proyecto. Esto se logró mediante una campaña educativa de concientización y sensibilidad medioambiental, que se inició en las escuelas y llegó también a las JJVV, donde se les enseñó a los niños y a sus padres, sobre la importancia de la separación en origen de los residuos sólidos domiciliarios para lograr un reciclaje exitoso y luego la valorización de esos residuos.

Para el proyecto BASURA CERO, se utilizaron dos bolsas para la separación en origen, una para residuos orgánicos compostables y otra para residuos reciclables. Con la ayuda de Agentes Operadores, que se formaron para este proyecto, se organizó un sistema de recogida de las bolsas y se establecieron centros de acopio para residuos reciclables y para residuos orgánicos. Los residuos reciclables fueron seleccionados para valorización en centros especializados y para las fracciones que no tenían definido un sistema de valorización, se desarrollaron aplicaciones innovadoras. Los residuos orgánicos fueron convertidos en compost y mejorados. Este Plan Piloto se realizó en el marco del Programa BASURA CERO, financiado por el Gobierno Regional del Biobío como un proyecto FIC Regional para la Provincia de Arauco.

Estamos a su disposición para cualquier consulta o pregunta sobre el tema de los sistemas de gestión de residuos o sobre el reciclaje de los RSD y RSO, por nuestros correos contacto@cipachile.cl o contacto@gt-atp.cl o a través de nuestra página web: www.gt-atp.cl.

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