En la actualidad, ha aumentado el interés por los hidrogeles inyectables que pueden formarse in situ tras ingresar al organismo. Ofrecen ventajas superiores en comparación con los hidrogeles preformados convencionales, como su aplicación mínimamente invasiva que elimina la necesidad de procedimientos quirúrgicos complicados y su capacidad para rellenar completamente una cavidad, independientemente de su forma.