La logística, eslabón clave en el proceso de reciclaje

Renato Vergara, Gestor Tecnológico  Gestión Tecnológica y Asistencia Técnica en Polímeros (Cipa)

El reciclaje está en el foco de las preocupaciones medio ambientales, como una alternativa potente para disminuir los desechos, bien sean de origen industrial, comercial o los residuos sólidos domiciliarios (RSD), que llegan a los rellenos sanitarios, lo que permitiría aumentar la vida útil de esos gigantescos reservorios.

Pero siempre nos encontramos con varias interrogantes en el proceso del reciclaje, tales como: ¿Cuáles son los costos del reciclaje?, ¿Cuál es el valor del material reciclado versus el material virgen?, ¿Qué pasa con las propiedades físicas y mecánicas de los materiales reciclados? o ¿cuál el grado de degradación de los materiales reciclados?, entre otras muchas. 

 

En estos momentos, la mayoría de las preguntas presentadas tienen respuesta, pero en este artículo queremos concentrarnos en la primera interrogante, que se relaciona con la sustentabilidad del modelo que se adopte para que el reciclaje, a fin de que pueda ser viable económicamente, es decir, que tenga una relación directa con los costos de este proceso. Es así como los costos asociados a la “logística” del proceso de reciclaje cobran una enorme importancia.   

Pero, qué entendemos por logística. Uno de los significados que más aplica para este caso, define la logística como “una red de medios, métodos e infraestructuras combinadas para garantizar el almacenamiento, el transporte y la entrega de bienes y servicios”. Por lo tanto, la logística forma parte medular en el proceso de gestión del reciclaje. Y tiene relación con una nueva cadena de actividades, que deben ser consideradas, como parte importante del costo de generar una nueva materia prima y su colocación en el mercado, para que sea atractiva en precio y calidad.

Esta cadena se compone de las siguientes etapas, en términos generales, y comienza en el momento en que un producto termina su vida útil y se desecha.

 

MODELO CONCEPTUAL DE LA LOGISTICA DE RECOLECCIÓN Y PREPARACIÓN DE RESIDUOS SÓLIDOS DOMICILIARIOS PARA SU RECICLAJE

Figura 1: Diagrama del Modelo Conceptual de la Logística para la Recolección de RSD (Elaboración Propia)

A continuación, se describe este modelo de recolección y preparación de los RSD para su reciclaje.

1. Estrategia de recolección: debemos entender que esta etapa comienza en el momento en que un producto deja de ser útil y es desechado por los usuarios (mercado), convirtiéndose en un residuo. Es aquí donde comienza la gestión del reciclaje, primero con la identificación del residuo, que luego será trasladado para su tratamiento y valorización, a fin de darle a ese material un nuevo uso. Aquí encontramos alternativas, relacionadas con los modelos de recolección, donde se tienen ejemplos de varios caminos posibles; tales como, los convenios con industrias y comercios, cadenas de tiendas (retail), condominios habitacionales, territorios habitacionales, municipios y otros, en donde se pueda lograr un compromiso de regularidad, tanto en volumen, como en formato en la disposición de residuos, y lograr un sistema organizado para su retiro.

Generalmente, con la realización de convenios con grupos que permiten regularidad, es posible establecer programas de retiro, con modelos matemáticos, que permitan optimizar la operación, considerando no solo los costos de transporte, sino que va relacionado con el cumplimiento y la condición de no generar alteraciones o desmotivaciones en los grupos atendidos. Como todo modelo, no solo es necesario conocer el tipo y volumen de residuo a retirar, sino que también es clave considerar la ubicación de los puntos de retiro de los residuos. En esto es necesario detenerse un poco, ya que la definición de los puntos de retiro no es trivial. Para esta actividad, y producto de la experiencia, se hace necesario conocer muy bien las características del territorio o zona en donde se ubicarán los puntos de retiro de residuos, ya que es necesario tener en consideración aspectos como:

  1. Densidad poblacional de la zona (tanto en aportantes como en generación de residuos)
  2. Accesibilidad vial del punto de retiro
  3. Rango etario de la población circundante y nivel de reducción de movilidad
  4. Mapa de distancias de las individualidades hasta el punto de retiro (acopio temporal)

2. Transporte: En el ítem de transporte, la principal preocupación es la determinación de la infraestructura requerida, asociada a los programas de retiros que es necesario realizar. Esto con una mirada en varios aspectos, como son: 

  1. Tipo de transporte necesario para realizar los retiros. Esto puede variar, desde simples carros o triciclos, manuales o eléctricos, hasta camiones. Lo importante es incorporar equipos de maniobras, que permitan una autonomía de operación. Esto se logra con camiones que tengan sistemas autocargantes, que puede llevarse también al uso de carros con sistemas de apoyo al levante de sacos.
  2. Circuito y frecuencia de retiro. Si bien esta parece un poco obvia, está comprobado que existe un rechazo social por la presencia de centros de acopio de residuos en la vía pública o en cualquier lugar cercano a viviendas, por el tema de la acumulación de residuos, consecuencia de una mala gestión en los retiros.
  3. Plan de contingencia: es importante considerar el apoyo a la operación de retiro de residuos frente a situaciones especiales, como una forma de que no se generen reclamos de las comunidades y mantener la motivación. Esto se logra con planes especiales ante eventos no programados, situaciones de aumento de volumen, por eventualidades o en apoyo a personas de movilidad reducida.

3. Acopio y preparación de residuos para su reciclaje: Esta es una etapa crítica dentro de cualquier plan de reciclaje, y tiene que ver con la definición de la infraestructura necesaria, en función de lo que decida reciclar (plástico, vidrio, papel y cartón, madera, metales, etc.), y su ubicación. Todo esto con una mirada desde la contribución a los costos operacionales.

En esta zona es donde se realizarán los procesos que permitirán llegar al mercado de los valorizadores, con un diferencial positivo entre los costos de la operación y el precio de venta. Encontramos en esta etapa, procesos que son conducentes a poner en el formato solicitado por los valorizadores, los residuos recolectados.

Dentro de los procesos más comunes, encontramos los descritos más abajo, en donde se sugiere incorporar infraestructura que permita aumentar la productividad, generalmente se consideran mesas de clasificación y/o cintas transportadoras, así como equipos para la realización de maniobras de manera segura y con capacidad para gran volumen y capacidad de levante.

Algunos procesos:

  1. Clasificación
  2. Preparación
    1. Lavado
    2. Secado

     c. Preparación para entrega Vaporizadores
                i. Densificado
                ii. Pelletizado
                iii.Otros

A través de este análisis, nos damos cuenta que el proceso de reciclar no es una actividad simple y que cada día es necesario incorporar mayor tecnología y ciencia para que sea sustentable y viable en el tiempo.

Lo que se ha planteado aquí tiene que ver solo con algunas de las consideraciones a tener en cuenta, para poder implementar sistemas que permitan dar un nuevo uso a algunos materiales por medio de un proceso de reciclaje.

Hoy en día no basta con colocar los llamados “Puntos limpios” en las ciudades, sino que esto debe implementarse como un sistema integrado y no como actividades aisladas, donde participen todos los actores de esta gran cadena.

Desde CIPA y su empresa de servicios técnicos, GT-ATP, estamos desarrollando soluciones con base a la ciencia, la tecnología y nuevos modelos de gestión, para abordar con éxito los desafíos del reciclaje y la disposición final de los residuos sólidos domiciliarios en las comunas de la Región del Biobío. Los invitamos a ponerse en contacto con nosotros, por los correos: contacto@gt-atp.cl o contacto@gt-atp.cl. 

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